graciosa isabel
MODA – La diseñadora de moda francesa Isabel Marant se disculpó con México y una de sus comunidades indígenas después de que el gobierno culpara a su marca por explotar comercialmente los diseños tradicionales, dijo el gobierno mexicano.
A principios de noviembre, la ministra de Cultura de México, Alejandra Frausto, publicó una carta en la que le pedía a Isabel Marant que explicara “¿por qué se está privatizando un bien colectivo, utilizando elementos culturales cuyo origen está plenamente documentado”?
“Si la casa de Isabel Marant, y con ella la diseñadora, le faltó el respeto a la comunidad purépecha y a México […]Le imploro a usted, señora ministra, y al país que representa, aceptar sus más sinceras disculpas”, se lee en una carta de la casa de moda parisina fechada el 6 de noviembre que Alejandra Frausto publicó en su cuenta de Twitter el martes 17 de noviembre.
¿Una mezcla cultural “reforzada”?
Marant dice que su marca está “firmemente” centrada en las culturas y tradiciones extranjeras y que reinterpreta estos códigos de vestimenta para “mejorar y realzar” la mezcla cultural.
Agrega que México es un país que la diseñadora ama y conoce bien, por lo que imágenes de telas purépechas fueron parte de la inspiración para su colección Etoile otoño-invierno 2020-2021.
“En el futuro, aseguraremos la coexistencia de nuestros intereses y rendiremos un homenaje expreso a nuestras fuentes de inspiración, expresando nuestra gratitud a los propietarios de las ECT”, concluye la casa de moda.
Según las autoridades mexicanas, para su colección Étoile Otoño-Invierno 2020-2021, Isabel Marant utilizó elementos culturales de las comunidades de Michoacán, Estado de México, Tlaxcala, San Luis Potosí y Oaxaca.
Entre los ejemplos citados, una cubierta que imitaría la geometría de la indumentaria de la cultura de la población “purépecha”, presente en el estado de Michoacán, en el centro del país. Esta pieza cuesta 490 euros, según el sitio web de venta online de Isabel Marant, apuntó AFP.
Una herencia a menudo copiada
No es la primera vez que la herencia indígena de México, que es orgullo del país, se utiliza de esta manera. En 2019, Carolina Herrera, diseñadora venezolana radicada en Estados Unidos, fue acusada de haber copiado coloridos bordados propios de la comunidad tenango.
Me gusta este artículo de correo internacionalIsabel Marant ya había sido criticada en 2015, luego de utilizar los patrones de las blusas tradicionales de las mujeres de Santa María Tlahuitoltepec, en el estado de Oaxaca, para una de sus colecciones.
El prêt-à-porter de consumo no se queda fuera. Las marcas Zara, Mango y Rapsodia también fueron criticadas por “apropiarse” de diseños de México que, con sus 56 etnias, puede presumir de una importante riqueza artesanal, particularmente a través de sus tejidos y bordados.
Véase también en El Huff Post: Esta bailarina explica qué es la apropiación cultural en menos de 4 minutos
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