Moscú denunció el domingo el “bombo mediático” en Occidente causado por el arresto el jueves de un periodista estadounidense en Rusia, reafirmó los cargos de espionaje en su contra y prometió que será juzgado en los tribunales, mientras que Washington volvió a pedir su liberación.
Tres días después del arresto de Evan Gershkovich, periodista del Wall Street Journal, los jefes de la diplomacia rusa y estadounidense, Sergei Lavrov y Antony Blinken, intercambiaron opiniones sobre él “por iniciativa” de Washington, según Moscú.
“Es inaceptable que las autoridades de Washington y los medios occidentales estén creando confusión con la clara intención de darle a este caso una dimensión política”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en un comunicado.
El arresto del Sr. Gershkovich llega en un contexto de aumento de la represión en Rusia contra la prensa desde la ofensiva contra Ucrania, que ha dañado gravemente las relaciones entre Moscú y Washington.
Su caso no tiene precedentes en la historia reciente del país y causó revuelo en Occidente.
Durante esta rara llamada del domingo, Lavrov repitió a su homólogo estadounidense, Antony Blinken, las acusaciones de espionaje vertidas desde el jueves por las autoridades rusas.
“El señor Gershkovich fue atrapado en el acto mientras intentaba obtener información clasificada”, dijo el ministro ruso a Blinken, instando a “respetar las decisiones de las autoridades rusas”.
Ignorando las críticas, recordó el procedimiento: “a la luz de los hechos establecidos (…), su destino posterior será determinado por un tribunal”, sin dar más detalles.
Blinken, por su parte, exigió la liberación “inmediata” del periodista estadounidense, denunciando una “detención inaceptable”, según un portavoz.
El viernes, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, instó a Moscú a “dejar ir” a Gershkovich.
“Purga”
Evan Gershkovich, un reportero ruso de 31 años conocido por su meticulosidad, negó las acusaciones en su contra el jueves durante una audiencia en la corte en Moscú, según la agencia de noticias rusa Tass.
El periodista estadounidense fue, sin embargo, puesto en prisión preventiva en una prisión de Moscú hasta el 29 de mayo, medida que puede extenderse hasta un posible juicio.
Según Tass, el caso fue clasificado como “secreto”, lo que restringe la divulgación de información al respecto.
El único detalle disponible en esta etapa: los servicios de seguridad rusos del FSB anunciaron que habían “frustrado una actividad ilegal” al arrestar a Evan Gershkovich en Ekaterimburgo (Urales), en una fecha no especificada.
Los servicios de seguridad rusos dicen que lo sospechan de “espionaje en beneficio de los Estados Unidos”, acusándolo en particular de haber recopilado información “sobre una empresa en el complejo militar-industrial ruso”.
Según el artículo 276 del código penal ruso, el periodista corre el riesgo, en teoría, de hasta 20 años de prisión.
Desde el jueves, políticos occidentales y ONG defensoras de los derechos humanos y la prensa denuncian con vehemencia la detención del periodista estadounidense por parte de las autoridades rusas, “una purga” símbolo del “desprecio sistemático” del Kremlin “por la libertad de los medios de comunicación” en los ojos de ellos.
En su sitio web, el Wall Street Journal pidió la liberación de su periodista y “negó con vehemencia” las acusaciones de espionaje.
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