El martes 13 de diciembre, un tribunal español anunció que había absuelto a la estrella del fútbol brasileño Neymar de los cargos de presunta irregularidad en relación con su transferencia al club catalán FC Barcelona en 2013.
El deportista de 30 años estaba siendo procesado junto a otros ocho imputados: sus padres, la empresa que montaron para gestionar su carrera, el club FC Barcelona, dos expresidentes (Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell), el El club brasileño Santos y Odilio Rodrigues, ex entrenador de este club sudamericano.
El juicio se abrió por acusaciones de fraude y corrupción a un mes del inicio del Mundial de Qatar, donde la selección brasileña, la Seleção y su estrella, fueron eliminadas por Croacia en cuartos de final.
Así, los jueces de una audiencia provincial de Cataluña optaron por la “liberación de Neymar” y los demás implicados.
Esta decisión se justifica por la ausencia de delito y por tanto la ausencia de “perjuicio a los demandantes”, según la nota de prensa de la Audiencia de Barcelona.
A finales de octubre, el Ministerio Público desestimó inesperadamente las acusaciones de supuestas irregularidades en el traspaso de Neymar.
En efecto, las peticiones iniciales de acusación contra el futbolista correspondían a una pena de dos años de prisión y una multa de diez millones de euros.
En el origen del caso, DIS, empresa brasileña propietaria del 40% de los derechos del astro en el Santos, había presentado una demanda por creer que el verdadero valor de su traspaso al Barça había sido ocultado conscientemente por el clan Neymar.
También se habló de la falta de información sobre un contrato exclusivo que data de 2011 entre el club catalán y el brasileño.
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