Durante la primavera de hace 66 millones de años, un impactante meteorito Chicxulub golpeó la península de Yucatán, causando la extinción de aproximadamente dos tercios de las especies en la Tierra. Este evento marcó el inicio de la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, que permitió a los mamíferos dominar el planeta.
Sin embargo, este no fue el único evento de extinción masiva en la historia de la Tierra. Durante el Ordovícico-Silúrico y al final del Devónico, la desaparición de numerosas especies también dejó su marca en el planeta. La extinción Pérmica-Triásica, conocida como la Gran Mortandad, eliminó hasta el 95% de las especies marinas y el 70% de las terrestres.
Otro gran evento fue la extinción del Triásico-Jurásico, que resultó en la desaparición de algunas especies y el surgimiento del dominio de los dinosaurios. En la actualidad, la preocupación se centra en la llamada sexta extinción masiva, causada por el cambio climático antropogénico y el ritmo acelerado de desaparición de especies.
Es crucial que se preste atención a la conservación y al estudio de las consecuencias de las actividades humanas para garantizar la supervivencia de las especies actuales. El impacto de nuestras acciones en el medio ambiente y en la biodiversidad es evidente, y es responsabilidad de todos tomar medidas para proteger la vida en la Tierra.
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