El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reanudó el lunes su conferencia de prensa casi diaria después de una semana en la que fue tratado por síntomas leves de su segunda infección récord de COVID-19 en su país.
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“Todo salió bien. Esto es prueba de que esta variante no tiene la misma gravedad que la variante anterior”, dijo AMLO -sus iniciales y apodo-. Su país registró este sábado un nuevo récord de 47.113 casos adicionales en 24 horas.
Con optimismo, el presidente repitió que “fueron aumentando los contagios, pero no las hospitalizaciones”.
“Lo que ayuda es la vacunación”, dijo.
López Obrador, de 68 años, anunció que dio positivo el 10 de enero, por segunda vez en poco menos de un año, luego de recibir una dosis de refuerzo de AstraZeneca en diciembre.
México tiene un total de 4.36 millones de casos confirmados para 301,410 muertes, lo que lo convierte en el quinto país más afectado en términos absolutos.
Ante la llegada de Omicron y la nueva ola de contaminación, el gobierno se negó a adoptar nuevas medidas restrictivas.
México es uno de los pocos países del mundo donde a los viajeros que llegan del extranjero no se les exige presentar un pasaporte de vacunación o una prueba negativa, sino solo completar un vago cuestionario de salud.
Los expertos señalan que el número de muertos es en realidad mayor. El propio Ministerio de Sanidad reconoce un exceso de mortalidad de 655.062 personas en los dos años de pandemia de 2020 y 2021.
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