Las galeras se amontonan para el Curiosity. El rover de la NASA ha tenido que hacer frente a varias dificultades en los últimos días mientras continúa su viaje hacia el planeta Marte, que comenzó hace casi diez años. El 13 de abril, Curiosity clavó temporalmente una de sus ruedas, gravemente dañada, en una roca en el planeta rojo. Lo suficiente como para provocar sudores fríos a los ingenieros que conducen al robot a varios millones de kilómetros de distancia.
Una rueda bloqueada temporalmente
El miércoles 13 de abril, el robot Curiosity continuaba silenciosamente su viaje por el planeta rojo cuando una de sus seis ruedas se atascó en una roca. Una piedra en tu zapato del que no era tan obvio para deshacerse de él. “Si bien la situación es fácil de resolver en la Tierra, es más compleja cuando los navegantes están a 254 millones de kilómetros”Explique Thomas Appéré, Doctor en Planetología, en Twitter.
Afortunadamente, los equipos encargados de pilotar Curiosity en California lograron su maniobra para liberar al robot de esta mala postura. “Si no hay preocupación por la salud y la actividad del rover, ha frenado nuestro descenso”informa el científico planetario Mark Salvatore en el sitio web de la NASA (En ingles).
Un desvío por rocas
Esta no es la primera vez que Curiosity ha tenido que revisar su ruta. A principios de abril, los equipos de la NASA decidió tomar un desvío después de ver piedras de “cocodrilo” en su camino. No, no es un rastro de vida animal en Marte, pero “piedras afiladas por el viento” en el ritmo escamas de cocodrilo, según la NASA. Finalmente se ha encontrado una ruta alternativa para evitar estos guijarros mientras continuamos explorando Mount Sharp, una montaña en el centro del cráter Gale, informa número.
Equipos cada vez más desgastados
Estos inconvenientes no son realmente una sorpresa para la NASA. Hay que decir que Curiosity ya no pasaría el control técnico desde hace unos años ya. A partir de 2017, la agencia espacial estadounidense había advertido sobre el estado de su rover. Dos de tus ruedas de aluminio unos 50 cm de diámetro y equipado con crampones ya se había dañado considerablemente después de varios viajes en rocas afiladas. A principios de 2022, nuevas fotos confirmaron el triste estado del robot.
En el transcurso de los descubrimientos y los pocos kilómetros recorridos, el terreno atravesado por Curiosity en Gale Crater resultó ser más peligroso de lo esperado. “Hay que imaginarse que hace miles de millones de años que no llueve. Las rocas las esculpe el viento. (…) ¡Si estuvieran en la Tierra, no caminarías sobre ellas, podrían cortarte los zapatos!”. advierte William Rapin, investigador del Instituto de Investigación en Astrofísica y Planetología, con número. Ante esto, los humanos tomaron el control diario de la ruta del Curiosity para evitar que el piloto automático condujera en zonas afiladas… e intentar continuar este viaje marciano hasta el final de la misión, prevista para 2026.
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