MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Al menos 140 migrantes y refugiados perdieron la vida después de que el barco en el que viajaban se hundiera frente a las costas de Senegal, el naufragio más mortífero registrado en 2020, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El barco en cuestión zarpó de Senegal el 24 de octubre, desde la ciudad de Mbour, con destino a las Islas Canarias. Según líderes locales citados por la OIM, el barco se incendió pocas horas después de zarpar y se hundió cerca de Saint-Louis, en la costa noroeste del país africano.
El naufragio transportaba alrededor de 200 personas, pero solo 59 de ellas fueron rescatadas con vida tras la intervención de embarcaciones oficiales de Senegal y España y barcos de pesca que operan en la zona. Se encontraron al menos 20 cuerpos.
El jefe de la OIM en Senegal, Bakary Doumbia, expresó su consternación por estos eventos y pidió la “unidad” de la comunidad internacional para poner fin a la trata de personas, “que ataca a jóvenes desesperados” en busca de un futuro. mejor en los países del sur de Europa.
“También es importante defender los canales legales que dañan el modelo de negocio de los traficantes y evitan que la gente siga muriendo”, añadió Doumbia en una nota.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo estar “horrorizado” por lo ocurrido. “Todo el que busca una vida mejor merece seguridad y dignidad”, dijo en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, donde pidió rutas “legales y seguras” para migrantes y refugiados.
MÁS DE 400 MUERTOS ESTE AÑO
La organización advirtió de un aumento “significativo” de embarcaciones que salen de África Occidental hacia el archipiélago canario. Solo en septiembre partieron 14 embarcaciones con un total de 663 migrantes y en uno de cada cuatro casos se informó algún tipo de incidente.
La OIM estima que este año han llegado a Canarias alrededor de 11.000 personas, lejos de las 2.557 registradas en el mismo período de 2019, pero aún por debajo de la crisis del cayuco de 2006, cuando la cifra se disparó a 32.000. La agencia estima que 414 migrantes y refugiados perdieron la vida en esta ruta solo en 2020.
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