Un equipo dirigido por David Muller de la Universidad de Cornell perfeccionó la técnica de picografía para analizar átomos individuales en un microscopio electrónico.
Esta técnica consiste en proyectar electrones en la cara de una fina rodaja de material y luego recogerlos en el otro lado. Durante su paso, las partículas interfieren con los átomos del material, revelando sus posiciones. Pero hasta ahora solo ha funcionado con materiales de unos pocos átomos de espesor.
“Para forzar a los átomos a atravesar materiales más gruesos, hemos desarrollado nuevos algoritmos que analizan con precisión las múltiples interacciones de un electrón con los átomos que encuentran”, dice Zhen Chen, quien participó en el estudio. La resolución es tan buena que el único desenfoque que queda es el temblor térmico de los propios átomos. Y aquí está el resultado: una muestra de cristal de ortoscandato de praseodimio magnificada 100 millones de veces, el doble del récord anterior. Suficiente para encontrar impurezas a nivel atómico.
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