Para que exista vida en un planeta, debe estar protegido de la radiación cósmica y tener una atmósfera respirable. La Tierra ofrece tales condiciones gracias a la magnetosfera: es una especie de burbuja masiva que rodea al planeta.
Su función es protegernos de las partículas solares y cósmicas y mantener la atmósfera; debe su existencia al campo magnético de la Tierra. Regalado la importancia obvia que usa para nuestra supervivencia, no podemos permitirnos perderlo. Sin embargo, la magnetosfera ha perdido alrededor del 9% de intensidad durante los últimos dos siglos.
Nada de que preocuparse
Según un artículo publicado recientemente en Revista Pnas, este hallazgo no es alarmante. Principalmente porque los autores del nuevo estudio, que son investigadores de la Universidad de Liverpool, Reino Unido, afirman que el fenómeno es periódico: debería, sí, ir seguido de un resurgimiento de la intensidad.
Estudiar la historia a largo plazo de la magnetosfera es difícil porque los materiales que pueden ayudar a los científicos a comprender su evolución se encuentran en las entrañas de la Tierra. Sin embargo, son destruidos continuamente por las actividades internas del planeta, en particular la tectónica de placas.
Por lo tanto, los autores de la investigación desarrollaron un nuevo método, a saber análisis paleomagnético térmico y de microondas. La combinación de estas dos técnicas hizo posible aprender más sobre dos flujos de lava ubicados en el este de Escocia. Investigadores de universidades británicas verificaron la confiabilidad de su método volviendo a analizar muestras recolectadas en estudios anteriores: datadas de hace 200 a 500 millones de años, lo que confirmó la validez de sus cálculos.
Un ciclo de 200 millones de años
Según los resultados de la investigación, hay un ciclo de unos 200 millones de años en la evolución de la magnetosfera, y el fenómeno está vinculado a procesos terrestres profundos. El equipo de investigación de la Universidad de Liverpool identificó un período llamado depresión dipolar del Paleozoico Medio, hace entre 332 y 416 millones de años, durante el cual el campo magnético de la Tierra era menos del 25% de su nivel actual. Además, este período precedió directamente a una fase de estabilidad magnética de unos 50 millones de años.
Un debilitamiento con ciertas consecuencias
El nuevo estudio muestra que el debilitamiento de nuestra magnetosfera no es un fenómeno sin precedentes. Sin embargo, esto no significa que estos períodos de declive no tengan consecuencias: “Nuestras observaciones apoyan la idea de que el debilitamiento del campo magnético está asociado con la inversión de polos”., tenga en cuenta los autores de la encuesta.
Si se produce una inversión de polos, las consecuencias serán nefastas. El proceso podría llevar miles de años y afectar nuestros dispositivos electrónicos y la vida de algunas especies animales que necesitan el campo magnético de la Tierra para orientarse. La superficie del planeta también puede estar más expuesta a la radiación cósmica.
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