Para aprovechar su creatividad, Dali exploró el momento fugaz entre el sueño y el despertar. Los investigadores franceses decidieron hacer lo mismo. Y funcionaría. Explicaciones.
Se decía que Dalí era caprichoso, excéntrico y delirante. Ahora la ciencia está demostrando su receta de la creatividad, uno de los 50 secretos mágicos publicados por el artista español en 1948. Para tener destellos de genialidad, aseguró el pintor de Cadaqués, nada más sencillo: instalarse en un sillón, llave en la izquierda mano y un plato debajo. Cuando te duermas, la llave caerá y el sonido que hace al tocar la placa te despertará. Ese momento fue…
Se decía que Dalí era caprichoso, excéntrico y delirante. Ahora la ciencia está demostrando su receta de la creatividad, uno de los 50 secretos mágicos publicados por el artista español en 1948. Para tener destellos de genialidad, aseguró el pintor de Cadaqués, nada más sencillo: instalarse en un sillón, llave en la izquierda mano y un plato debajo. Cuando te duermas, la llave caerá y el sonido que hace al tocar la placa te despertará. Este momento fugaz entre el sueño y el despertar será la fase durante la cual el cerebro hará su mejor esfuerzo. Un equipo de neurocientíficos del Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica (Inserm) acaba de demostrar que Dalí tenía razón. Los resultados de su estudio, realizado en 103 voluntarios, se publicaron en la revista Science el pasado mes de diciembre. Cada participante tuvo que resolver un complicado problema matemático. Aquellos que se entregaron a la micro siesta daliniana de quince segundos obtuvieron los mejores resultados (83% de éxito), a veces sin siquiera saber cómo habían encontrado la solución. Los que durmieron profundamente lograron una puntuación del 30%. En cuanto a los que no pudieron conciliar el sueño, sus resultados no superaron el 14%. Según los investigadores, quedarse dormido durante unos segundos permitiría sumergirse en un “estado hipnagógico”, entre la conciencia y el sueño, durante el cual el cerebro se permite la libre asociación. Esta fase del sueño es la fase previa al sueño, cuando las ondas cerebrales cambian de beta a alfa. El cerebro sigue siendo sensible a los estímulos externos, como el sonido de una mosca volando. Es en este estado particular que ocurren las alucinaciones auditivas y visuales intensas y breves. Estos son los que alimentaron la creatividad de Dali. En los Estados Unidos, los científicos del MIT están tratando de encontrar una manera de lograr y prolongar este estado hipnagógico. Su dispositivo, llamado Dormio, aún no se ha desarrollado, pero parece prometedor: un robot mantiene a un durmiente en esta fase de sueño y le susurra frases. Un guante equipado con sensores permite al robot verificar que el sujeto se mantiene en un estado hipnagógico… Continúa.
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