Dos años. Ese es el tiempo que le tomó a Estefannie, camarógrafo e ingeniero, para desarrollar un sistema informático que te permita monitorizar de forma remota el tránsito de tu Teddy y conocer con la mayor precisión posible sus hábitos de defecación. El 28 de agosto, publicó un video de seis minutos, transmitido por Gizmododetallando el por qué y el cómo de este inesperado proyecto.
Debes saber dos cosas sobre Teddy: a este gato le gusta comer plástico y a menudo está estreñido, lo que aparentemente explica esto. De ahí el deseo y la necesidad de observar de cerca lo que sucede en su caja de arena, explica Estefannie. Para desarrollar la herramienta de vigilancia inteligente que se le ocurrió, el camarógrafo comenzó tomando alrededor de 50,000 fotografías de sus dos gatos (Teddy y su compañera de cuarto de cuatro patas, Luna) defecando para establecer una base de datos.
Un simple algoritmo que enumera las visitas realizadas a la caja de arena no hubiera sido suficiente: Estefannie también necesitaba saber la identidad del animal que había defecado (o intentado defecar) en este lugar dedicado. Por lo tanto, era necesario encontrar una manera de diferenciar entre las incursiones de Teddy y Luna. Basándose en las muchas fotografías tomadas, desarrolló un guión en lenguaje Python, muy conocido entre los estudiantes de secundaria.
predicciones escatológicas
Resultado: Basándose en las múltiples visitas de Teddy a la caja de arena, Estefannie desarrolló una herramienta para predecir sus próximas visitas (hora del día, duración, naturaleza de la necesidad). Esto le permite saber si el tránsito de Teddy está en buena forma o si su última ingestión de materiales plásticos lo ha empujado una vez más al doloroso mundo del estreñimiento.
Realizado con la mayor seriedad, el proyecto es presentado con humor por su creador, que sabe bien que existen soluciones más sencillas y asume plenamente la ridiculez de semejante artilugio. “Ella vendrá a mí cuando llegue las maquinas se rebelan?”ella se pregunta frente a la cámara sobre la inteligencia artificial desarrollada, la cual, si tuviera conciencia, en realidad estaría bastante molesta de que su destino sea monitorear las heces de los gatos.
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