Aprender a controlar las emociones es fundamental poder disfrutar una vida plena y satisfactoria. Las emociones no nos definen, son sensaciones que van y vienen y suelen estar ligadas a algo externo que nos pasa y que nos afecta. Por ello, debemos aprender a controlar estas oscilaciones emocionales desde muy pequeños y evitar que tomemos decisiones equivocadas o tengamos actitudes muy impulsivas.
En este artículo, nos centraremos en período de la infancia, porque durante los años de crecimiento de los niños es cuando mejor se asimilan los conceptos y se generan las bases sólidas para que podamos afrontar cualquier situación de nuestra vida. Te dejamos aquí una selección de actividades para trabajar las emociones de los niños, que puedes empezar a practicar ahora mismo con las tuyas.
Juegos y actividades para trabajar las emociones de los niños
Durante la niñez Se pueden enseñar diferentes habilidades a los niños a través de dinámicas, juegos y actividades. La risa y la diversión son los mejores educadores, por eso una buena forma de instruir a los más pequeños es a través de las diferentes propuestas que te indicamos a continuación. ¡Presta atención!
El teatro de las emociones
Es un juego ideal para que niños y niñas comiencen a identificar emociones. Por eso podemos crear un pequeño teatro de marionetas y que cada personaje representa una emoción específica: alegría, tristeza, ira, etc. Puedes utilizar juguetes que ya poseen tus hijos o volver a crearlos haciendo manualidades con la familia, ¡lo pasarás en un momento ideal!
Para representar este teatro, el niño debe elegir un personaje e inventar una historia en la que pase a primer plano la emoción concreta sobre la que queremos trabajar. Posteriormente reflexionaremos sobre la emoción y evaluaremos si es positiva, negativa y cómo evitar dejarnos arrastrar por ella.
Dibuja las emociones
Otra de las mejores actividades para trabajar las emociones es esta propuesta muy sencilla. Para hacer esto, solo necesitas coloca a tu pequeño frente a un espejo y luego dígale que gesticule las diferentes emociones que le vienen a la mente.
Cuando haya hecho esto, debe Dibuja en papel y escribe cuando te sientas así. y qué se podría haber hecho para sentirse mejor o más tranquilo. El truco está en identificar las emociones que sientes, pero también en reflexionar sobre ellas para trabajar con ellas.
Bingo de emociones
Y terminamos hablando de otro juego ideal para que los niños aprendan a controlar mejor sus emociones. Se trata de preparar una especie de bingo, pero en lugar de números, tendremos emociones. Por eso, cortemos de revistas y periódicos diferentes gestos de las personas y los distribuiremos entre todos los participantes. La madre o el padre “cantará” las diferentes emociones para ver si el pequeño sabe identificarlas con claridad.
Este juego se puede jugar individualmente o en parejas. Habiendo terminado con todas las emociones, nada mejor que reflexionar sobre todos ellos, analizar cuando nos sentimos así y comprender todo lo que pasa dentro de nosotros cuando nos dejamos llevar por una emoción concreta.
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