(Washington) Más de un tercio de la selva amazónica puede haber sido degradada por la actividad humana y la sequía, según un estudio científico publicado el jueves en la revista Ciencialo que ha llevado a pedir una legislación para proteger este ecosistema vital en peligro de extinción.
El daño causado a esta selva, que se extiende por nueve países, es significativamente mayor que lo observado anteriormente, señalaron investigadores, en particular de la Universidad Estadual de Campinas.
En su estudio, observaron las consecuencias de los incendios, la tala, la sequía y los cambios en los hábitats de los bordes de los bosques, lo que ellos llaman efectos de borde.
Excluyendo la sequía, estos fenómenos degradaron al menos el 5,5% de los bosques remanentes que componen el ecosistema amazónico, o 364.748 kilómetros cuadrados, entre 2001 y 2018, según el estudio.
Sumando los efectos de la sequía, el área degradada ahora representa 2,5 millones de kilómetros cuadrados, o el 38% del resto de los bosques que componen el ecosistema amazónico.
“La sequía extrema se ha vuelto cada vez más común en la Amazonía debido a los cambios en las prácticas de uso de la tierra y el cambio climático inducido por el hombre, que afectan la mortalidad de los árboles, la cantidad de incendios y las emisiones de carbono a la atmósfera”, dijeron los científicos.
“Los incendios forestales se intensificaron durante los años secos”, agregaron, advirtiendo de los peligros de “grandes incendios” en el futuro.
Científicos de la Universidad Lafayette en Luisiana y otros lugares hacen un llamado a la acción en un estudio separado sobre los impactos de la actividad humana en el ecosistema amazónico, también publicado en la revista Ciencia.
“Los cambios están ocurriendo demasiado rápido para que las especies, poblaciones y ecosistemas amazónicos se adapten”, argumentaron.
“Las leyes para evitar las peores consecuencias son conocidas y deben ser promulgadas de inmediato. »
“Perder la Amazonía es perder la biosfera, y no actuar es nuestro riesgo”, concluyeron los científicos.
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