Los científicos están luchando por encontrar algún interés en él, al menos entre los adultos.
Por otro lado, en los niños, ¡este reflejo puede tener una ventaja! Es muy común en fetos, recién nacidos y especialmente en bebés prematuros, que pasan 15 minutos al día, o el 1% del tiempo, jadeando. Al registrar la actividad eléctrica de los cerebros de 13 recién nacidos (a término y prematuros) con hipo total, los investigadores del University College London detectaron tres tipos de ondas cerebrales correspondientes a “Tres eventos vinculados a la integración cerebral de la información auditiva y somatosensorial generada por el hipo. Uno de ellos se refiere al procesamiento complejo de un ruido, en este caso, el ‘hic'” , explica el neurocientífico Lorenzo Fabrizi, coautor de este trabajo publicado en 2019. Así, el hipo participa en el desarrollo del cerebro, al empujarlo a procesar información somatosensorial, monitorear los músculos respiratorios y controlar sus movimientos. Y el hipo de los adultos, inútil, sería simplemente el vestigio.
Según Science & Vie No. 1243.
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