CJAMY. La columna de Camille Gaubert se transmite diariamente en el programa “C Jamy”, presentado por Jamy Gourmaud de lunes a viernes, a las 17 horas, en Francia 5.
Frutas, verduras, semillas y mucha proteína: la dieta paleolítica (o dieta paleolítica) ha ganado muchos adeptos en todo el mundo. Detrás de esta dieta se esconde un razonamiento científico muy cuestionable, según el cual la dieta de nuestros antepasados está más adaptada a nuestro organismo que la que comemos en la era moderna.
El Paleolítico habría marcado con más fuerza nuestro sistema digestivo
La dieta paleo consiste en comer como nuestros antepasados lejanos y hoy cuenta con millones de seguidores. La idea surge del libro del doctor Walter L. Voegtlin de 1975. Según él, nuestra dieta moderna es perjudicial para nuestro organismo, que no habría tenido tiempo de evolucionar para adaptarse a ella. Pero si nuestra dieta actual no es la adecuada, queda por ver qué dieta recomendar, plantea el radiólogo Stanley Boyd Eaton, quien tomó la antorcha en 1985. Para él, es la del Paleolítico, que ocurrió hace 3 millones de años. hace unos 10.000 años, ya que fue el período más largo de la historia de la humanidad y, por tanto, habría marcado nuestro sistema digestivo con más fuerza.
Este razonamiento puede parecer lógico, pero es exactamente lo contrario. De hecho, nuestro ADN puede evolucionar muy rápidamente: por ejemplo, nuestra capacidad para digerir la lactosa se extendió a la población europea hace solo 5.000 años, hasta el punto de que hoy está presente en el 70 al 90% de la población.
Difícil de determinar una placa típica durante 3 millones de años
Pero incluso si el razonamiento es incorrecto, ¿la dieta paleo es buena para la salud? Para averiguarlo, el primer obstáculo es identificar qué comían los cazadores-recolectores en el lugar. Una vez más, es un poco absurdo: determinar una placa típica durante casi 3 millones de años no tiene mucho sentido. Pero digamos que en general tienen que comer frutas, verduras, semillas, carnes magras, pescado y huevos. Adiós a los lácteos, cereales, legumbres y todos sus derivados, como el aceite o la cerveza. Y sí, este último solo apareció en el Neolítico, con la primera revolución agrícola.
Demasiada proteína, muy poca azúcar
Eliminar los alimentos ultraprocesados y favorecer las frutas y verduras es realmente una buena idea para tu salud. Por el contrario, la dieta paleo incluye muchas proteínas, hasta un 35% de la ración diaria en lugar del 12% recomendado, y no suficiente glucosa, azúcares. Los azúcares lentos de cereales y legumbres, ausentes en la dieta paleo, son de hecho necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Nuestros cuerpos pueden producir azúcares a partir de proteínas, pero es un mecanismo caro. La sustitución de azúcares por proteínas también provoca una sobreproducción de productos de desecho que, con el tiempo, cansan los riñones.
No es necesario intentar imitar a nuestros antepasados: ¡la clave de nuestro éxito durante millones de años es que podemos comer cualquier cosa! Comer bien ya es bueno.
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