Para que el acceso a la vivienda mejore en México son fundamentales apoyos económicos como hipotecas o subsidios, así como una mayor adhesión de los gobiernos locales y el sector privado, según un estudio publicado este martes.
“La idea ahora es enfocarse en el 20%, 30% más pobre de la población mexicana”, dijo a Reuters Albert Saiz, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que dirigió el estudio, antes de su lanzamiento.
Para llegar a los mexicanos más pobres, la vivienda urbana debe volverse tres o cuatro veces más densa que los niveles actuales para satisfacer la mayor demanda, dicen Saiz y otros investigadores del MIT en el estudio.
Esto requeriría una iniciativa multisectorial para abordar el lado de la oferta, incluidos los subsidios gubernamentales para nuevos desarrollos en coordinación con el sector privado, dijo Sainz.
«Se necesita el sector privado para llegar al 20% más pobre», dijo Saiz, quien abogó por la cooperación con gobiernos locales y desarrolladores, grupos sin fines de lucro o incluso el uso de terrenos comunitarios conocidos como ejidos para aumentar el acceso a la vivienda.
Los gobiernos locales también tienen un papel proactivo que desempeñar en la planificación del crecimiento y la expansión de los servicios públicos, dijeron los investigadores. En la Ciudad de México, el acceso al agua ha provocado un aumento de las tensiones entre las comunidades establecidas desde hace mucho tiempo y los nuevos desarrollos.
En México, donde el acceso al crédito es bajo y muchos trabajadores están fuera de la economía formal, el financiamiento de la vivienda sigue siendo bajo y muchos recurren a la autoconstrucción.
Aproximadamente seis de cada 10 casas nuevas en México son construidas por propietarios, según el estudio, respaldado por la startup colombiana La Haus. Los datos gubernamentales sobre vivienda son escasos.
Las políticas de vivienda pública de México, que apuntan a la clase media a través de la suscripción de préstamos, podrían ir más allá en la expansión del acceso a la vivienda al cambiar o aumentar los subsidios directos al segmento de ingresos más bajos, dice Sainz.
«Este es un momento histórico para México», dijo Saiz, señalando la creciente demanda de viviendas en medio de poblaciones en crecimiento y un auge esperado en la contratación cercana, o empresas que trasladan sus operaciones más cerca de casa.
“Si hay estabilidad política y un poco de consenso entre las partes, se puede hacer”.
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