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Con la ayuda del telescopio espacial Hubble, un grupo de científicos pudo mapear por primera vez el inmenso halo de gas interestelar que rodea a Andrómeda, una galaxia próxima a la nuestra.
“Comprender los enormes halos de gas que rodean a las galaxias es extremadamente importante … [El halo] está lleno de pistas sobre la evolución pasada y futura de la galaxia, y finalmente podemos estudiarla con gran detalle en nuestro vecino galáctico más cercano “, explicó la coautora del estudio, Samantha Berek, de la Universidad de Yale.
Según la NASA, los científicos se sorprendieron al descubrir que este halo tenue y casi invisible de plasma difuso se extiende a 1,3 millones de años luz de Andrómeda, lo que significa que ya está chocando con el halo de la Vía Láctea.
Como parte de este estudio, que fue el más completo sobre un halo alrededor de una galaxia, los científicos también encontraron que el halo galáctico de Andrómeda tiene una estructura en capas compuesto por “dos capas principales anidadas y capas de gas distintas”.
© Fotos: NASA, ESA, J. DePasquale y E. Wheatley (STScI) y Z. Leva
Esta ilustración muestra el halo gaseoso de la galaxia de Andrómeda, si se pudiera ver a simple vista
Según el líder del estudio, Nicolas Lehner, de la Universidad de Notre Dame, la capa interna se extiende alrededor de medio millón de años luz y “es mucho más compleja y dinámica”. La capa exterior, a su vez, “es más suave y cálida”.
“Esta diferencia es un resultado probable del impacto de la actividad de la supernova en el disco de la galaxia que afecta más directamente al halo interno”, explicó Lehner.
Andrómeda, también conocida como M31, es una galaxia espiral con alrededor de mil millones de estrellas y un tamaño comparable al de la Vía Láctea. Ubicado a una distancia relativamente corta de 2,5 millones de años luz, puede verse como un “parche de luz en forma de cigarro en el cielo otoñal”, explicó la NASA.
Los científicos creen que los halos de Andrómeda y la Vía Láctea deben ser muy parecido ya que estas dos galaxias son bastante similares. Si es visible a simple vista, el halo gaseoso de nuestra galaxia vecina sería fácilmente una de las características más notables del cielo nocturno.
El halo de Andrómeda ya había sido estudiado por el equipo de Lehner. En 2015, los científicos encontraron que era “grande y masivo”, pero no se conocían indicios de su complejidad. Ahora se ha cartografiado con más detalle, lo que permite determinar su tamaño y masa con mayor precisión.
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