Dado que los penes obviamente no están diseñados para orinar de pie sin derramar por todas partes, la ciencia ha tomado el asunto en sus propias manos. En lugar de ofrecer inodoros unisex, parecía fundamental realizar una investigación que condujera al diseño del santo grial de las letrinas: un urinario cuya forma minimizara el riesgo de salpicaduras.
Esta innovación proviene de la Universidad Canadiense de Waterloo, cuya principal motivación no es dejar las instalaciones tan limpias como las encontramos cuando entramos, pero tampoco terminar con gotas de orina en la ropa o la ropa interior. “Como a nadie le gusta tener orina por todas partesdice el investigador Zhao Pan en Nuevo científico🇧🇷 creamos un urinario que hace que las salpicaduras sean extremadamente improbables”.
El modelado computacional nos permitió comprender cómo se producían las salpicaduras y, en particular, qué ángulos favorecían o limitaban este tipo de fenómenos. Esto se basa en trabajos anteriores, incluida la forma en que los perros orinan contra los postes de luz.
En particular, aprendimos que si a los perros pequeños les gusta orinar cerca de estas fuentes de luz, es sentirse mas grande🇧🇷 Pero, sobre todo, entendemos que los perros no dejan nada al azar a la hora de orinar, ya que optimizan el ángulo de su micción para evitar al máximo el efecto boomerang.
pi en 6
Luego, se realizaron pruebas de concreto con chorros de agua orientables, en urinarios de diferentes apariencias (plantilla, altura de curvatura, tamaño y posicionamiento de los protectores contra salpicaduras). El equipo de investigación varió el ángulo, el volumen del líquido, pero también la velocidad, asumiendo que los chorros de orina son como copos de nieve, es decir, todos diferentes. Luego midió los resultados usando sensores caseros: simples toallas de papel.
La conclusión es la siguiente: para maximizar sus posibilidades de evitar salpicaduras, debe intentar formar un ángulo de 30 grados (o π/6, si prefiere radianes) con la pared que recibe el flujo de líquido. En pocas palabras: el urinario lo más limpio posible debe diseñarse para que sea sencillo acercarse a este ángulo, independientemente del tipo de chorro, el tamaño de la persona o la ubicación a la que esté destinado.
El urinario ideal se llamó Nauti-Loo porque parece una concha de almeja (y porque “loo” significa “pequeño rincón” en inglés). En realidad, se parece más al pico abierto de un pelícano. En cualquier caso, este urinario higiénico tendría la particularidad de producir cincuenta veces menos salpicaduras que un urinario mucho más tradicional. Ya se había considerado un dispositivo más esférico, pero no era adecuado para personas de todos los tamaños.
Tanto mejor para los pantalones, incluso si Nauti-Loo todavía no protege de la última gota arriesgándose a terminar en calzoncillos🇧🇷 Tanto mejor también y sobre todo para las personas, generalmente mujeres, que se encargan de la limpieza y desinfección periódica de los baños. También te recordamos que, para estornudar lo menos posible, se recomienda orinar sentado, en lugares públicos como el hogar, para no dejar más que rastros innecesarios a tu paso.
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