Desde 2021, el gran oral forma parte de los exámenes de bachillerato. Consiste en hablar en público de forma clara y convincente. La capacidad de argumentar, de conectar los propios saberes, de desarrollar un espíritu crítico son puntos que los jurados de los grandes orales deben observar durante la prueba. Esto requiere precisión de expresión, claridad de palabras y fuerza de convicción.
Así, de una forma sencilla, lúdica y menos solemne que el día del examen, los alumnos de secundaria, bajo la dirección de Cyril Chauvel, su profesor de física y química, demostraron su talento en esta noche de Science Slam.
Tres minutos para convencer, hablando varios idiomas
Iniciado en Darmstadt en 2006, Scientific Slam es una forma de comunicación donde jóvenes científicos, principiantes o ya experimentados, presentan su objeto de estudio de una manera diferente. Un Science Slam es corto, emocionante y divertido. No solo un jurado elegirá las tres mejores actuaciones, sino que el público también elegirá su favorita gracias al contador de aplausos.
Cinco candidatos -Johanna, Élise, Charline, Thomas y Marylou- dispusieron de tres minutos para convencer al jurado, compuesto también por cinco profesores de ciencias de la tierra y de la vida, historia-geografía, físico-química y alemán. De hecho, a la dificultad de hablar de forma atractiva sobre un tema científico se sumaba el dominio del alemán, el inglés o el español. El desafío fue cambiar el idioma varias veces durante la presentación.
Los temas elegidos por los candidatos fueron interesantes, diversos, bien documentados y, por supuesto, presentados de forma amena. De “¿Deberíamos dejar de usar edulcorantes?” pasamos por “La regulación del pH durante el esfuerzo físico”, “Desechos espaciales”, “¿Por qué no podemos volver a crecer un brazo?” o “El efecto Doppler y la vida extraterrestre”.
Finalmente, algunos alumnos de secundaria, también músicos, amenizaron la velada con unos intermedios, que finalizó con la presentación de la tesis del doctorando Armando Espinosa sobre el tema del ADN ambiental como prescriptor de plantas acuáticas e indicador ambiental.
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