La agencia de calificación Fitch Ratings confirmó el rating “A-” con perspectiva estable para la deuda soberana a largo plazo de España.
Entre los factores de calificación, Fitch destacó que la economía española es de «alto valor añadido», con «fuertes indicadores de gobernanza y una calificación de desarrollo humano por encima de la media de su grupo de referencia», aunque precisó que «los altos niveles de deuda pública son limitados a notas”, indica la agencia en una nota oficial, publicada el viernes por los medios locales.
Según Fitch, el «crecimiento robusto del PIB nominal» conducirá a «una disminución gradual de la deuda pública al PIB hasta 2023 y 2024».
Así, el organismo realiza una estimación a la baja del déficit público para este año -4,5% del PIB frente al 5,1% de la revisión anterior, en junio-, basada en el «buen comportamiento de los ingresos».
Sin embargo, Fitch advirtió que el gasto del gobierno aumentaría sustancialmente «debido al aumento de los salarios de los empleados del sector público, el mayor gasto en pensiones debido a la indexación de la inflación y el apoyo continuo a los hogares y las empresas para mitigar el impacto del aumento de los precios de la energía».
En el mismo contexto, señala que, “a medida que se retiren las condiciones de apoyo y la economía se recupere, el déficit disminuirá en 2024 hasta alcanzar el 4,2% del PIB”.
«Esto supone que el impulso del gasto público persiste hasta cierto punto y que los ingresos como porcentaje del PIB vuelven a disminuir», señaló.
Por otro lado, el organismo advirtió del «grado de incertidumbre» que podría provocar el ciclo electoral en España, que comenzará el próximo año.