Tribuna : Al declarar el 28 de abril de 2020, durante el debate parlamentario en la Asamblea Nacional que siguió a la declaración del gobierno sobre la estrategia nacional de deflación: “No pensamos, como algunas personas que abusan de los ‘yakafokons’, que podríamos haber tomado decisiones distintas a las del ejecutivo a la luz del conocimiento científico, o más bien, la falta de conocimiento científico, sobre el virus”., MP (Ley, derecho constructivo) Laure de la Raudière es testigo de la tensión cada vez menos latente entre quienes creen que la gestión gubernamental de la crisis sanitaria fue en gran medida ejemplar y quienes piensan que se pecaría por falta de agilidad y eficiencia .
Lo que también sugieren los comentarios de Myo de la Raudière es que la ciencia tendrá un papel de arbitraje en este debate y que, como tal, será objeto de todos los intentos de instrumentalización a posteriori. Sin duda, la cuota de información falsa se sumará a la cacofonía ambiental, por lo que será difícil aprender todas las lecciones del manejo de este episodio pandémico.
En la medida en que podemos reconocer al gobierno toda la dificultad de tener que decidir en una situación de emergencia, y en un contexto de gran incertidumbre tanto en los planes sanitarios como económicos, un análisis objetivo e imparcial de su desempeño tiende a sugerir que, al contrario de Lo que sugiere Mi miembro, la ciencia no siempre parece haber estado en el centro de su proceso de toma de decisiones.
Una brecha entre ciencia y política
Esto es lo que nos apareció al cruzar las publicaciones de cuatro importantes revistas científicas (Ciencias, Naturaleza, La lanceta y el Revista médica británica) con declaraciones oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y acciones gubernamentales. Existen lagunas y discontinuidades temporales innegables, al menos en tres niveles.
Primero, la OMS no siempre ha actuado sobre la base del conocimiento científico. De lo contrario, ¿por qué se reunió su comité de emergencia el 30 de enero, es decir, siete días después de la publicación de un estudio en el Ciencias presentando la epidemia como “Difícil de controlar”, ¿habría dicho que sería mejor dejar abiertas las vías del comercio y el turismo? ¿Y por qué la OMS reafirmó esta posición el 27 de febrero, cuando dos estudios aparecieron anteriormente en Naturaleza y Ciencias llegó a la misma conclusión, es decir, fue en esta fecha “Casi imposible” ¿contener el virus?
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