Es el mismo tipo de periquito de cuello anillado (Psittacus krameri), que, hace unas pocas generaciones, solo se pudo haber observado en África e India. Pero se adaptó muy bien al clima más frío de Inglaterra en los años 80, y eso lo hemos visto aparecer en varias grandes ciudades europeas.
Último en la lista: Dublín, donde ornitólogos sitio informó esta presencia por primera vez en enero.
Y el “problema” ya no es solo europeo: más de 35 países informan un aumento en la población de periquitos que deambulan libremente, incluidos Israel, Azerbaiyán y Estados Unidos (especialmente en su parte sur, desde California hasta Florida). En verdad, notó el Científico nuevo el último, ” uno de mayor éxito entre las especies invasoras ”. Excepto que, como cualquier especie invasora que se precie, su éxito una molestia para los demásLos periquitos mueven a los pájaros para establecer sus nidos en los árboles y son feroces competidores en la carrera de frutas y nueces. También pueden convertirse en una carga para la agricultura En determinadas regiones.
Probablemente todas estas poblaciones sean descendientes de las subespecies que ocuparon el subcontinente indio. Traídas en el siglo XIX por los británicos a la época del imperio cuando el sol nunca se ponía, algunas aves que escaparon de sus hogares claramente no sobrevivieron, hasta que las colonias se establecieron en la década de 1960. Y a partir de ahí, a partir de la década de 1980 , se extendió por Londres y luego a Escocia. Se supone que las primeras poblaciones del continente fueron el resultado de turistas que trajeron consigo a una familia. Y los ornitólogos ahora las consideran una especie “sinantrópica”, es decir, una especie que depende en parte de los humanos para sobrevivir: estas aves aprovechan el calor urbano y los comederos.
Sigue siendo una especie que originalmente se adaptó a un clima tropical. Los especialistas presumir que la selección genética tuvo lugar en algún momento, entre los años sesenta y ochenta, los mejor adaptados al frío, habiendo traspasado esta ventaja a sus descendientes. Pero pronto, el calentamiento global puede llegar y patearlos …
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