No, respirar no contribuye en absoluto al cambio climático., dice Thomas Gasser, investigador del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados en Austria. Es cierto que casi todos los animales, incluidos los humanos, respiran y emiten dióxido de carbono (CO2), principal causante del calentamiento global. Y según las estimaciones del matemático Brian Tomasik, la Tierra alberga al menos 1 billón (1021) animales. Su importante liberación de CO2 a la atmósfera lógicamente debe jugar un papel en el clima. “Excepto que, en realidad, el CO2 que exhalamos proviene del CO2 capturado por las plantas que comemos, explica el especialista en ciclo del carbono y cambio climático. Inicialmente, este carbono proviene de la fotosíntesis, el proceso inverso a la respiración: las plantas absorben CO2 y liberan O2. Luego son comidos por animales que a su vez pueden ser comidos por otros animales. ” El balance es por tanto neutro: el carbono exhalado a la atmósfera por el animal será captado por las plantas antes de ser devoradas, etc. “Este ciclo es bastante rápido, de unos meses a unos años, explica Thomas Gasser. Por otro lado, la interrupción de este ciclo por parte de los humanos sí puede afectar el clima. ” La deforestación, el uso de fertilizantes que emiten óxido nitroso y ciertos procesos anaeróbicos que emiten metano generan un aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que son difíciles de capturar para las plantas.
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