Cuadradas, hexagonales o incluso en forma de anillo: las gotas que se formaron en el laboratorio de Jaakko Timonen en la Universidad Aalto en Finlandia son asombrosas.
El físico y su equipo los produjeron confinando, entre dos placas transparentes, una fina película líquida compuesta por dos aceites inmiscibles, perfluoropoliéter fluorado y dodecano. En reposo, los aceites se separan naturalmente en ambos lados de una interfaz curva. Pero cuando se aplica una tensión eléctrica entre las placas, la interfaz comienza a ondular y, a medida que aumenta la tensión, las ondulaciones se profundizan, dando lugar a más y más gotas que acaban formando mosaicos con contornos poligonales. “Cuando se aplica voltaje eléctrico, las cargas eléctricas se acumulan en la interfaz, explica Jaakko Timonen. A medida que aumenta la tensión, las cargas se mueven cada vez más rápido. La interfaz está fragmentada. “De ahí las ondulaciones, luego estas asombrosas gotas de diferentes geometrías, cuyos bordes se aplanan por la circulación de cargas en el campo eléctrico. Un mecanismo que podría, a largo plazo, permitir controlar a voluntad la transparencia de los componentes ópticos o del vidrio en construcción, según los autores.
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