“Zoonomía” o descubrir los secretos de la diversidad genética de los mamíferos. Este es el titulo deEdición del 28 de abril del semanario estadounidense Ciencia. En la portada, dos pangolines de pequeña escala. (phataginus tricuspis), un pequeño tenrec-erizo (Echinops telari), a Hoffmann unau (Choloepus hoffmanni), una zanja (Criptoprocta ferox) Y un si-si (Daubentonia madagascariensis) tomaron su retrato.
Después del Proyecto Genoma Humano que, a principios de la década de 2000, logró, por una gran suma de dinero, secuenciar casi todo el genoma humano, los científicos se embarcaron en una aventura similar. ¿Su meta? Secuenciar el genoma de tantos mamíferos como sea posible, “una de las clases de animales más diversas tanto en tamaño como en forma, llegando casi a los límites de la imaginación”, escribiendo Ciencia en un resumen del dossier destinado al público en general.
Aprender más sobre los mamíferos no humanos es como aprender más sobre nosotros mismos, nuestra propia evolución y nuestra salud. Así, se formó una colaboración científica internacional en torno a la proyecto de zoonomia, lleva el nombre de un libro escrito en 1794 por el erudito Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin.
Una tarea a largo plazo, ya que, hasta la fecha, se han identificado alrededor de 6.500 especies de mamíferos. El consorcio Zoonomia, que reúne a más de 150 investigadores de todo el mundo, comparte, a través de numerosas publicaciones en este número de Ciencia, los resultados de los análisis de los 240 genomas ya secuenciados. Los investigadores los utilizaron para identificar rasgos adaptativos y morfología de especies y descubrir innovaciones evolutivas específicas de mamíferos para identificar genes potencialmente relacionados con patologías en humanos. “Un proyecto que eventualmente puede allanar el camino para iniciativas similares en otros grupos taxonómicos”, concluye Ciencia.
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