La excepción que ilustra la regla de esta categorización basada en el género es la astrofísica francesa Françoise Combes. Es la primera mujer en ser nominada en el Collège de France para la Cátedra de Galaxia y Cosmología y es una de las seis mujeres en recibir la Medalla de Oro CNRS 2020. permanente. A partir de esa experiencia, encontró razones suficientes para mover las líneas y contribuir a cambiar las mentalidades de la sociedad y de los propios científicos, para quienes las mujeres no estarían obligadas a comprender los razonamientos y abstracciones propias de la ciencia.
Françoise Combes no podía sino saludar la iniciativa de la Fundación L’Oréal y la Unesco, de premiar a las mujeres que, en todos los continentes, todas las culturas y todas las religiones, han sabido imponerse a pesar de los diversos y variados prejuicios ligados a su condición de “mujeres débiles”. . Así, en esta primera Ceremonia “Por la Mujer y la Ciencia”, que, con motivo del Covid, reunió a las 15 Laureadas del Premio Internacional dedicado de 2020, 2021 y 2022, así como a los 30 Jóvenes Talentos Internacionales premiados en 2020 y 2022.
La ceremonia tuvo lugar el jueves 23 de junio en la Sede de la UNESCO en París. Estuvieron presentes numerosos representantes del mundo científico, académicos, líderes de opinión, embajadores, miembros del poder público y organizaciones que promueven la igualdad de género y la emancipación de la mujer. Entre ellos: Rokhaya Diallo, Delphine O, Mercedes Erra, Elise Goldfarb, Julia Layani, Noémie Lenoir, Hiam Abbass, Elsa Zylberstein, Laura Wandel, Aïssa MaÏga, Maurice Lévy.
El evento comenzó con un prefacio del presidente de la Fundación L’Oréal, Jean-Paul Agon, y la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, sobre la importancia de la reunión de este año para recordarle al mundo que las mujeres científicas y su trabajo son esenciales para nuestro futuro. A la laureada Edith Heard de 2020: “Todavía somos una minoría y no tenemos suficiente apoyo para abogar de manera efectiva por nuestras necesidades. Eso debe cambiar. La ciencia debe estar abierta a todos, independientemente de su género, nacionalidad, origen o cultura. No hay tiempo que perder. La diversidad es enriquecedora. Promueve la innovación y produce mejores resultados. Más mujeres en un equipo significa más rendimiento, creatividad y nuevas posibilidades. »
El mundo enfrenta desafíos sin precedentes: el cambio climático, la escasez de recursos, los riesgos para la salud y la pandemia de Covid-19 son solo una selección de muchas otras amenazas globales crecientes. Seleccionadas durante los últimos tres años, las mujeres galardonadas ya han demostrado cuán útil puede ser su ciencia para enfrentar estos desafíos.
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