La Oficina Parlamentaria para la Evaluación de Opciones Científicas y Tecnológicas (OPECST) adoptó, durante su reunión del miércoles 9 de marzo de 2022, un informe “Por una ciencia abierta realista, equilibrada y respetuosa de la libertad académica”, presentado por el diputado Pierre Henriet, Senadora Laure Darcos y Senador Pierre Ouzoulias.
La OPEPST, órgano de información común a la Asamblea Nacional y al Senado, integrado por dieciocho diputados y dieciocho senadores, tiene la siguiente misión: informar al Parlamento sobre las consecuencias de las elecciones científicas y tecnológicas para, en particular, informar sus decisiones”.. Por lo tanto, proporciona al Parlamento la experiencia necesaria para informar las decisiones políticas a largo plazo. Cédric Villani preside actualmente esta delegación parlamentaria.
El informe
Referido por el Comité de Cultura del Senado, la OPEPST realizó un estudio sobre ciencia abierta a fines de 2021 y principios de 2022, que es una continuación de su informe anterior titulado ” Promover y proteger una cultura compartida de integridad científica”. Este trabajo mostró que la integridad científica implicó cuestionar todo el entorno de investigación y, en particular, el camino de la publicación científica, pero también los métodos de evaluación de los investigadores y su trabajo.
El informe recuerda, en primer lugar, que la revolución digital está dificultando la difusión de producciones científicas que antes solo podían encontrarse en revistas especializadas. En este contexto de poderosos avances tecnológicos, el proyecto de una “ciencia abierta » promueve el ideal de distribución amplia, inmediata y gratuita de publicaciones, pero también, más recientemente, de datos de investigación. Muchas iniciativas privadas y públicas han surgido desde la década de 1990 y han hecho accesibles todos los trabajos y artículos de investigación pasados o presentes utilizando diversas herramientas: archivos abiertos, preprints, epireviews, plataformas de difusión, bibliotecas públicas, etc. Instituciones internacionales, europeas y nacionales, universidades y nuestros institutos de investigación apoyan estos desarrollos e incluso impulsan algunos cambios.
Estos desarrollos exigen una reflexión tanto sobre los modelos económicos de la publicación científica y el lugar de los editores, como sobre la cuestión del respeto al pluralismo, la libertad académica y los derechos de autor que siguen siendo titulares los investigadores, dejando ciertas incertidumbres jurídicas.
Reexaminan nuestra relación con la evaluación de la investigación, con la integridad científica, o incluso con el papel del libro, un punto ciego de la ciencia abierta, pero vital para las humanidades y las ciencias sociales. Es urgente comprender los problemas y las implicaciones de la ciencia abierta para garantizar que permita cierto pluralismo, esencial para nuestra cultura y para la vitalidad de la democracia.
Las ocho propuestas del informe
La revisión de esta política pública tendrá como objetivo el pluralismo y la bibliodiversidad porque la apertura de la ciencia debe seguir varios caminos, el modelo Diamant (apoyo público a las publicaciones) solo puede ser uno de ellos.
Surge una serie de ocho proposiciones:
- Definir e implementar en una lógica verdaderamente interministerial, involucrando en particular a los ministerios responsables de la educación superior, la investigación y la cultura, una política equilibrada y concertada de ciencia abierta y publicación científica que garantice el apoyo a las pequeñas editoriales;
- Facilitar el diálogo entre todas las partes interesadas y reformar el Observatorio de Publicaciones Científicas, acercándolo al Mediador del Libro y al Comité de Ciencia Abierta;
- Respetar la libertad académica, la independencia de los investigadores, la libertad de divulgación y los derechos de autor;
- Promover el camino del pluralismo a través de la bibliodiversidad en lugar de programar la futura hegemonía del modelo Diamant;
- Evaluar mejor los efectos de la política de ciencia abierta y condicionar cualquier medida nueva a estudios de impacto en profundidad;
- Fortalecer el papel del Parlamento en la ciencia abierta;
- Revisar los métodos de evaluación de los investigadores a favor de criterios más cualitativos para reducir la presión por publicar;
- Brindar capacitación sobre los desafíos de la ciencia abierta en todos los entornos de investigación.
El informe concluye que la ciencia abierta, para ser eficaz, debe ser realista,
equilibrada y respetuosa de la libertad académica. Plantea cuestiones de carácter político, concretamente en términos de soberanía sobre los resultados y datos de la investigación, pero también cuestiones económicas y financieras, para las autoridades públicas y los editores privados, cuestiones que dependen de las opciones elegidas en términos de acceso a las publicaciones científicas.
En el futuro, la constitución de datos científicos abiertos representará una oportunidad histórica de referencia, pero también un riesgo, en función de cómo nuestras sociedades regularán las tecnologías de inteligencia artificial desde un punto de vista ético.
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