Según un investigador británico, comer con la boca cerrada te privaría de muchos placeres gustativos. Así que es hora de olvidarse del decoro.
Y¿Y si todo lo que nos han enseñado desde pequeños estuviera mal? “¡Cállate cuando comas!” Esta es una de las primeras reglas que los padres occidentales enseñan a sus hijos cuando les presentan alimentos sólidos. Y sin embargo, según Charles Spence, profesor de la Universidad de Oxford, psicólogo experimental y autor de un estudio publicado en 2017 en la revista científicaRevista Internacional de Gastronomía y Ciencia de los Alimentos, comer con la boca abierta te haría sentir mucho más placer.
Según la investigación de este académico británico, “masticar con la boca abierta liberaría más componentes orgánicos de la comida, activando así nuestro olfato y nuestros sentidos”, asegura en una entrevista con Telegrama. Esto también sería particularmente efectivo para carnes, frutas y verduras.
Todos los sentidos despiertos
Pero el olor no es el único motivo por el que nuestra boca debe permanecer abierta durante la comida, al contrario. Según Charles Spence, uno de los elementos más importantes del placer es el sonido. Al analizar la forma en que los asiáticos beben sopa, tradicionalmente en voz alta, el investigador y sus colegas descubrieron que las personas que hacían ruido mientras bebían se fueron más satisfechas con su comida que los que lo bebieron en silencio, informen Maria Clara.
Esto explica por qué nos suelen gustar los alimentos crujientes o que vienen en envases ruidosos. “Para escuchar mejor el sonido de una manzana al crujir, una papa frita, una zanahoria, una hogaza de pan o palomitas de maíz, uno siempre debe ignorar el decoro y masticar con la boca abierta”, dice Charles Spence.
ensúciate las manos
Incluso antes de llevarnos la comida a la boca, la maestra indica que debemos olvidar otro Código de Conducta : los cubiertos. El placer de tocar la comida con los dedos antes de comerla, de entender con todos nuestros sentidos cómo está compuesta es incomparable, créeme.
Nuestros sentidos así solicitados, la experiencia gustativa es entonces un verdadero placer. La investigación de Charles Spence tiende a mostrar que Podríamos cambiar la percepción del sabor de los alimentos simplemente escuchando sonidos.. Eso es lo que dijo en una entrevista en BBC Julio pasado. “Podríamos comer con menos azúcar si agregáramos un poco de ‘música suave’ a los alimentos de temporada”, está convencido, pero hasta ahora ningún estudio ha confirmado esta hipótesis.
Lea también ⋙ Etiqueta: abreviar cortésmente una conversación en tu boda
⋙ El secreto de la felicidad: no comas solo
“Propensa a ataques de apatía. Evangelista de la cerveza. Café incurable. Experto en Internet”.