La tensión ha disminuido algo entre los dos países vecinos.
Kosovo reabrió el jueves su cruce fronterizo más importante con Serbia, horas después de que los serbios del norte del país se comprometieran a levantar los bloqueos de carreteras, dos medidas que podrían aliviar las tensiones.
La Unión Europea y los Estados Unidos presionaron a Serbia y Kosovo, su antigua provincia, para una «desescalada incondicional» cuando las dos partes se consideraban al borde de un conflicto armado.
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Los serbios en el norte de Kosovo han erigido barricadas desde el 10 de diciembre para protestar por el arresto de un ex oficial de policía serbio, el último de una larga serie de eventos catalíticos. Acordaron derribarlos después de que el oficial fuera puesto bajo arresto domiciliario. Sin embargo, muchos bloqueos de carreteras seguían vigentes hasta el jueves por la mañana; desmantelarlos podría llevar tiempo, dijeron los manifestantes.
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El clima sigue siendo no menos conflictivo. Dos camiones que transportaban grava fueron incendiados en un puente cerca de la ciudad de Mitrovica, a unos 50 kilómetros del puesto fronterizo de Merdare reabierto. La policía de Kosovo dijo que estaba investigando el crimen. Otros dos pasos fronterizos con Serbia en el norte de Kosovo han permanecido cerrados desde el 10 de diciembre.
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