Nuestra curiosidad y la investigación documental a la que nos dedicamos WUKALI para alimentar nuestra sección periódico nos llevó a principios de año a examinar algunos avances de la medicina en el campo de la oncología. Parafraseando una cita célebre de uno de nuestros escritores más famosos*, ¡el siglo XXI será humanista o no será!
En efecto, cómo no interesarse por la medicina cuando esta misma ciencia puede ser considerada desde hace más de medio siglo como un marcador de nuestro tiempo. Paradoja cuando se observa con horror la demora de ciertas mentes sorprendidas y desconcertadas al menos por la COVID-19 y las consecuencias de la pandemia. Así, y esta es precisamente la clave de nuestra epistemología social, el más alto grado de conocimiento va de la mano del más aberrante oscurantismo, como todos hemos podido comprobar en este episodio epidémico, tanto en Francia como en el mundo. del campo político a la expresión mediática. Recordamos el absurdo de D.Trump sugiriendo seriamente el uso de desinfectante para combatir el Covid. Es lo que sucedió en Francia y el destaque por parte de ciertas corrientes mediáticas y políticas de un profesor de medicina de Marsella con aspecto de gurú, eufórico de ser mediado, y cuyas propuestas terapéuticas fueron rechazadas casi unánimemente por sus pares y por la Academia de Medicina. medicina
Tenemos la fragilidad de considerar en WUKALI la autoridad de la ciencia, el poder del conocimiento y su transmisión, en esta exigencia ética que privilegia y engrandece al hombre sobre sí mismo. Este es el caso del arte, una forma de ser, una visión del mundo. La ciencia, por tanto, en su percepción fenomenológica es también para nosotros un arte. Además, caracteriza nuestro tiempo, ¡por eso lo adoramos y seguimos su evolución con curiosidad! también es bueno porque WUKALI cuya motivación inicial es la historia del arte tal como ha sido desde su fundación, no es fija sino abierta en sus diversas vertientes a la observación de lo que nos funda y nos une. Esto es lo que paradójicamente nos define en toda nuestra singularidad.
Amplio tema en verdad que la popularización de la ciencia cuya etienne klein previó en una conferencia** las complejas dificultades y escollos que enfrenta y debe enfrentar. Dificultades que ciertamente existen desde la noche de los tiempos, pero que aún hoy, con la aceleración cibernética tanto de la información como de los fabulosos avances de la medicina en particular, salen a la luz. Por cierto, lo mismo podría decirse de la astronomía y la astrofísica y en el caso que hoy nos interesa en este apartado, la oncología, que afectan a nuestro frágil confort cognitivo.
Agreguemos, para ser más exigentes en este intento de análisis, que si las redes sociales que se han vuelto de uso común y universal permiten que todos los individuos se relacionen y conecten en redes en el mundo, también colocan al burro y al científico. Tal es la ecuación imposible que debe ser considerada. Cuando el sabio señala la luna, el necio se mira el dedo, dice un proverbio chino!
Otra dificultad que debe ser destacada y que ciertamente constituye el espinoso obstáculo al que se enfrenta la política, por ejemplo, es la temporalidad de la acción. De hecho, las escalas de calificación son diferentes entre los ciudadanos comunes y los que toman las decisiones. Esta sería, en efecto, la definición más esclarecedora de las redes sociales, la actualidad y la espuma de las cosas, o en términos más geométricos, la horizontalidad y la verticalidad. Una expresión francesa lo resume bien; ” Todo el mundo ve el mediodía en su puerta“, el que vive el momento presente sin preocuparse por los demás, y el que piensa en el largo plazo, la política por ejemplo, y tenemos en alta estima este campo de actividad que determina intrínsecamente el significado del estado y del concepto de la historia ¡Observemos sin ingenuidad lo que algunos descaradamente querrían hacer con ella!
La investigación científica avanza a pasos agigantados y, en todo el mundo, equipos médicos están trabajando en campos de investigación que, para algunos de ellos, conducirán a resultados prometedores. El campo de la oncología es uno de ellos. Así por ejemplo, rosalyn yalow, Premio Nobel de Medicina en 1977 y que tuve el honor de conocer, desarrollado con Roger Guillemin y Andrzej Wiktor Schally el principio de los ensayos de radioinmunología que todavía son de uso común hoy en día y permiten, en particular, establecer diagnósticos. Asimismo, los estudios y trabajos realizados sobre anticuerpos monoclonales han pasado del campo del diagnóstico al campo de la terapia. Cabe señalar que el conocimiento del ARN mensajero ha contribuido notablemente a la velocidad de desarrollo de las vacunas anti-Covid. ¡No pasa un día sin publicar!
El artículo de prensa que dio origen a mis pensamientos fue publicado en la revista SciTechDaily tomado de Ciencia Medicina Traslacional. investigadores de Hospital Brigham y de Mujeres por Bostón bajo la dirección del maestro Khalid Shah en los EE.UU. descubrió una forma de utilizar las células cancerosas para combatir el cáncer. Es este mismo artículo el que encontramos relevante para enviarte y que traducimos para nuestros lectores, esperamos que sea de tu interés. Lo titulamos: Células cancerosas transformadas en agentes anticancerígenos (hacer click).
evaluaciones
* André Malraux, el siglo xx será espiritual o no será“. La leyenda del siglo (1972)
** Étienne Klein. ¿Es la popularización de la ciencia un fracaso? Noviembre 2021. Instituto Diderot
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Ilustración del encabezado: Ilustración de un poeta de la dinastía Tang, Meng Haoran 孟浩然 (689-740), que pasó su vida montando un burro y celebrando a gritos la naturaleza.
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