4.000°C en la superficie… Baste decir que hace bastante calor en Kelt-9 b. Este exoplaneta, que se encuentra a unos 670 años luz de la Tierra, es también el descubrimiento más importante hasta ahora en nuestra galaxia. Las increíbles características de este planeta no se detienen ahí. Tres veces más masivo que Júpiter, orbita su estrella Kelt-9 a una distancia 30 veces menor que la distancia entre la Tierra y el Sol. Estas condiciones dantescas le confieren una atmósfera única, que fascina a los científicos desde hace varios años.

La increíble temperatura que prevalece en este exoplaneta descubierto en 2016 hace imposible que los metales existan en forma de aleaciones. Están presentes solo en su forma atómica y comienzan a componer la atmósfera de este planeta sobrecalentado. Esta es la primera vez que se observa hierro y titanio en la atmósfera de un exoplaneta. Pero eso no sería todo. Gracias a un nuevo método de análisis, los astrofísicos han podido profundizar un poco más en la composición de la extraña atmósfera de Kelt-9 b. Entre los 7 elementos detectados, descubrieron así la presencia de un metal raro en la Tierra: el terbio (Tb).

Un elemento pesado que debería permitirnos saber más sobre la evolución de este planeta

De la familia de los lantánidos, el terbio pertenece al grupo de las tierras raras. Es un metal gris blando, descubierto en una mina sueca en 1843. Detectar su presencia en la atmósfera de un exoplaneta es bastante sorprendente, pues este elemento tiene un peso atómico muy alto. Pero su detección podría ayudar en particular a determinar mejor la edad de este exoplaneta y comprender cómo se formó. Este descubrimiento amplía aún más el rango de posibles composiciones de las atmósferas planetarias.