La crisis diplomática entre Marruecos y España se prolonga, a pesar de que el reino ibérico está considerando una probable reconciliación entre las dos partes. Tras el fracaso del encuentro entre Joe Biden y Pedro Sánchez, el gobierno español no logró involucrar a la Unión Europea en un proceso para condenar la emigración de miles de jóvenes marroquíes a Ceuta.
España esperaba una condena de la Unión Europea por la emigración de miles de jóvenes marroquíes a Ceuta hace unas semanas. Por otro lado, la prensa ibérica lo convirtió en una “lucha personal”, llegando a anunciar una seria advertencia de la Unión Europea al reino de Marruecos, acusado de haber utilizado la tarjeta de inmigración en su crisis con España. Sin embargo, la cumbre de la UE, celebrada los días 24 y 25 de junio en Bruselas, Bélgica, terminó sin una sola condena directa a Rabat.
“El Consejo Europeo condena y rechaza cualquier intento de terceros países de instrumentalizar a los migrantes con fines políticos”, se lee en las conclusiones de este encuentro al final del cual España espera decisiones contra Marruecos que puedan estar satisfechas con el contenido de esta resolución. Basta para entender que la ausencia de una condena directa a Marruecos es sinónimo de un amargo fracaso de la campaña liderada por el gobierno español.
A modo de recordatorio, Pedro Sánchez había presionado, durante la cumbre extraordinaria de la Unión Europea, el 24 de mayo en Bruselas, para obtener una denuncia del reino para el 27. Fue entonces cuando los jefes de Estado tomaron la decisión de examinar el éxodo. de miles de marroquíes a Ceuta, durante el encuentro de los días 24 y 25 de junio. Contra todas las expectativas, especialmente de las autoridades ibéricas, no se aplicaron sanciones contra Marruecos, que salió victorioso de esta crisis con España.
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