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MUERTO A LA CIENCIA. El destino del joven biólogo británico, experto en fauna acuática, se ve sacudido el 22 de julio de 2003 durante una inmersión de observación.
Por Pierre Zweiacker
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contraAl contrario de lo que suele creer el público en general, los científicos no están motivados únicamente por la búsqueda desinteresada de la verdad. Su mente a veces se cruza con algunos motivos ocultos relacionados con su comodidad personal. Podemos apostar que organizando simultáneamente dos congresos internacionales sobre el mismo tema, uno en Estocolmo y otro en Malibú, el segundo registraría muchas más inscripciones que el primero. Esta particularidad de la psicología del investigador (o más bien, esta ausencia de particularidad que hace de él un ser humano casi como los demás) no deja de tener consecuencias para el desarrollo del conocimiento científico.
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