En Francia, los niveles de existencias se han disparado del 27 % al 45 % desde finales de marzo. La compañía de gas Engie planea llenar los tanques de gasolina a fines de agosto, justo a tiempo antes de la temporada de frío.
Para no despertar el fantasma de la crisis energética, Francia ya se prepara para el próximo invierno. El llenado de las reservas de gas se ha acelerado en las últimas semanas. El gas natural licuado (GNL) sigue llegando masivamente a Europa. Y el pase de invierno tiene buena pinta.
En unas pocas semanas, se disiparon las preocupaciones sobre el suministro de gas para el próximo invierno. En Francia, los niveles de existencias se han disparado del 27 % al 45 % desde finales de marzo. Este ritmo frenético durará hasta el final del verano. La compañía de gas Engie planea llenar los tanques de gasolina a fines de agosto, justo a tiempo antes de la temporada de frío.
Se sigue prefiriendo el gas natural licuado
Los oleoductos de Noruega son los más activos. Pero son sobre todo los buques metaneros llenos de gas natural licuado los que siguen inundando las costas francesas, rumbo a las terminales de Dunkerque y Saint-Nazaire.
El GNL todavía representa dos tercios del suministro de gas de Francia. Y todavía proviene en gran parte de Estados Unidos, que se ha convertido en el mayor exportador mundial de GNL desde que Europa dejó de comprar gas ruso.
La tendencia perdurará, ya que nuevas capacidades de producción volverán a ver la luz a partir de 2026 en el Golfo de México, y también en Qatar, que operará el campo de gas natural licuado más grande del mundo.
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