Fundada en 1972 en Salmiech por André Négrier, la homónima SARL ahora está codirigida por sus dos hijos, Fabrice y Benoît, y emplea a ocho personas.
“Al principio era una empresa de energía eléctrica. Fue en 1998, cuando asumimos mi hermano y yo, que le dimos la vuelta a la accesibilidad”, dice Fabrice Negrier. Propietario de un equipo de ventas de BTS y su hermano Benoît, un profesional eléctrico certificado, ambos eran empleados, pero vieron la adquisición del negocio familiar como un desafío y decidieron tomar la antorcha.
“En las zonas rurales, cuando las personas pierden su autonomía, sus hogares generalmente no son adecuados y se ven obligados a ir a residencias de ancianos. La silla salvaescaleras era una solución para permitirles permanecer en casa el mayor tiempo posible, por lo que optamos por desarrollarla. “explica Fabrice Negrier.
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Había, y todavía no hay, fabricantes de productos de accesibilidad en Francia. Luego, los dos hermanos llevaron a su equipo de peregrinos a reunirse con fabricantes en Holanda, Suecia, Austria, Noruega, Lituania, España e Italia para establecer asociaciones. “Los países nórdicos están mucho más avanzados que nosotros en esta área”. Hoy, Négrier et fils ofrece ascensores residenciales, equipos para personas con movilidad reducida (EPMS), plataformas y salvaescaleras.
“Vamos al cliente a realizar un estudio de viabilidad, le asesoramos sobre las distintas ayudas que puede reclamar (MDPH, Anah, fondos de pensiones, etc.), le ofrecemos la solución más adecuada a sus necesidades. Instalación y mantenimiento y solución de problemas”explica Fabrice Négrier, destacando el lado tranquilizador de tener un proveedor único, aún más local.
Más de 2.500 clientes
Négrier et fils opera en un radio de 2h15 por carretera alrededor de Salmiech. La compañía cuenta con más de 2.500 clientes, particulares pero también autoridades locales, que debieron cumplir tras la aprobación de la ley de 2005 que exigía que los edificios abiertos al público fueran accesibles para personas con movilidad reducida. La empresa Salmiéchoise, que alcanza una facturación de 2 millones de euros, mantiene el espíritu familiar y el deseo de apoyar a sus clientes en este momento difícil, que es la pérdida de autonomía.
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