Estos hallazgos se suman al creciente cuerpo de evidencia que vincula a los mastocitos con un papel patógeno en los trastornos neurogénicos, al describir, por primera vez, las características de los mastocitos específicos de la enfermedad (fenotipo) y su ubicación precisa en el cordón pineal de pacientes sometidos a autopsia. con autopsia de ELA, así como el mecanismo de los mastocitos para inducir daño de neuronas motoras y / o disfunción vascular en ELA.
“En este estudio, mostramos por primera vez que el número y el tráfico de mastocitos en la médula delgada de un modelo animal de ELA estaban regulados por masitinib, con los consiguientes efectos neuroprotectores en la ELA. Estos datos refuerzan la justificación científica del posible efecto neuroprotector de masitinib en pacientes con ELA “, dijo Emiliano Tras, autor principal del artículo.
“Estos nuevos datos respaldan la plausibilidad biológica del uso de masitinib en la ELA y respaldan las conclusiones clínicas anteriores de que masitinib puede proporcionar un mayor beneficio si se administra en una etapa temprana de la enfermedad”, dijo. A cargo del profesor Luis Barbeito, director del laboratorio de Neurodinrescencia (Institut Pasteur de Montevideo, Uruguay).
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