No sabemos nada hasta que lo hemos aprendido. Lógico: para poseer una memoria, primero debe almacenarse en el cerebro y, para recordarla, debe, por el contrario, ¡revivirse! ¿Como funciona? Una región central del cerebro, el hipocampo, se considera casi como el centro de la memoria, porque es esencial no solo en las etapas iniciales de su formación, esta es la fase de aprendizaje, sino también en el recuerdo de los recuerdos, este es el -llamada memoria fase de “recordar”. Pero, ¿cómo pasa el hipocampo de la memorización al recuerdo? Una pregunta que ha preocupado a los investigadores durante mucho tiempo y que finalmente ha sido respondida por Ruy Gómez-Ocádiz y sus colegas, del Institut Pasteur y la École Normale Supérieure de París: hay algo así como un interruptor neuronal en el hipocampo, que hace es posible pasar de un estado, la memorización, a otro, el recuerdo.
De hecho, los científicos han estudiado durante mucho tiempo las diferentes formas en que funciona el hipocampo, que consta de varias capas de diferentes neuronas, apiladas y dispuestas de varias maneras según la capa. Así, ante algo nuevo, un evento o un objeto, por ejemplo, las neuronas ubicadas en la llamada capa “CA3” del hipocampo trabajan juntas para codificar la información y almacenarla en la memoria; luego, si es necesario, para comprender una situación, el mismo circuito de neuronas se activa para recuperar estos datos almacenados. Sin embargo, estos dos modos de memoria no pueden funcionar al mismo tiempo: están en conflicto. Sin embargo, por lo general, sin darnos cuenta, utilizamos casi constantemente los recuerdos y la nueva información para recordar y comprender el mundo que nos rodea. Los dos modos del hipocampo deben, por tanto, alternarse, y es este interruptor neural el que Ruy Gómez-Ocádiz y sus colegas intentaron localizar en nuestro cerebro.
Pero para determinar cómo el hipocampo cambia de un estado a otro, hay que poder confrontarlo con la novedad casi instantáneamente mientras está usando los recuerdos… ¡Un truco que la realidad física no permite! Entonces, a los investigadores se les ocurrió la idea de utilizar la realidad virtual: desarrollaron un videojuego en el que las ratas exploraban y memorizaban mundos virtuales. Paralelamente, registraron la actividad eléctrica de su hipocampo mediante electrodos implantados. Luego, como por arte de magia, teletransportaron a los roedores a un “entorno” virtual completamente nuevo mientras usaban sus recuerdos episódicos de los mundos virtuales almacenados… desde la capa del hipocampo llamada “giro dentado”, un área justo por encima de la capa CA3 de el hipocampo Luego, los científicos integraron esta señal de novedad sináptica, que ocurre con cada transición a un nuevo mundo virtual, en un modelo matemático del hipocampo: en realidad permite cambiar del modo de recordar al modo de memorización y explica, finalmente, cómo somos capaces de usar nuestra memoria mientras aprendemos nueva información.
¿Podría una falla en este intercambio neuronal, es decir, en la transición entre los modos de recuerdo y memorización, explicar la impresión de déjà vu, la extraña sensación de recordar algo cuando lo descubres por primera vez? En ese caso, el interruptor del hipocampo estaría en la posición equivocada: consideraría que lo que ve por primera vez en la realidad ya está archivado en sus memorias. Una posibilidad que los investigadores ahora podrán explorar.
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