Hay suficiente para que sea un gran problema… Un estudio de Tabla de quesos británicos revela que consumir queso justo antes de dormir puede afectar la calidad de nuestro sueño y provocar una noche inquieta e incluso de “pesadilla”. Sin embargo, estas no son necesariamente pesadillas como las imaginamos, sino sueños “locos y retorcidos”.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores entrevistaron a 200 voluntarios. Todos consumían una variedad de quesos antes de acostarse: Stilton Cheese, un queso muy popular al otro lado del Canal, Cheddar, Red Leicester o Camembert. Como informa Slate, cada vez que los participantes evocaron sueños completamente delirantes basados en animales de peluche vivos, cocodrilos vegetarianos o soldados armados con gatitos. Por otro lado, quienes no consumieron queso tuvieron una noche muy tranquila.
Según el estudio, los elementos químicos presentes en el queso estarían en el origen de estos resultados (¡a tomar con pinzas!): la triptamina con sus efectos alucinógenos y psicotrópicos y el triptófano, un ácido presente en los lácteos que aumenta nuestros niveles de serotonina y, por lo tanto, influye en nuestros sueños. Otro estudio, sin embargo, afirma que consumir queso aumenta nuestra esperanza de vida…
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