¿Cómo se volvió la IA esencial en la ciencia?

¿Cómo se volvió la IA esencial en la ciencia?

En los últimos meses, la IA se ha afianzado en los laboratorios científicos, hasta el punto de convertirse en un elemento central de la investigación.

Desde el comienzo de la pandemia, los científicos han utilizado la IA de forma extensiva para explorar nuevas vías de trabajo. Aunque se diseñaron vacunas sin su ayuda, varios laboratorios continuaron explotando su gran poder computacional para otros problemas.

Una inteligencia artificial ha encontrado así la solución a la cuestión de predecir la estructura de las proteínas, un viejo enigma desde hace más de 50 años. Permite conocer las estructuras secundarias y terciarias de una proteína según su esquema primario.

Para varios expertos, este descubrimiento permite demostrar todas las capacidades de una IA y las ventajas que aporta al mundo científico. Desde este anuncio, la comunidad investigadora ha estado en crisis. En particular, el trabajo de IA ha permitido comprender mejor el ciclo de vida de una célula, que depende mucho de las proteínas que la componen.

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Un “clic” para la comunidad científica

Por lo tanto, AI ha apoyado a académicos de todo el mundo en sus estudios. Sirvió como disparador, ofreciendo toda una cascada de eventos. Gracias a su descubrimiento se creó un verdadero círculo virtuoso. En general, la IA ha llevado a la ciencia en la dirección correcta en muchas áreas.

En astronomía, ayudó a los investigadores de la NASA. Pudieron clasificar mejor las estrellas, pero también predecir las trayectorias de los asteroides. Un trabajo fundamental que permite saber con antelación si un meteorito se oscurece en la Tierra o pasa muy cerca de ella. En física de partículas, la IA también ha desempeñado un papel clave en los últimos avances del CERN.

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Con su poder computacional sin precedentes, la inteligencia artificial puede resolver problemas más rápido que los humanos tardaron años. La segunda gran fuente de esperanza para el mundo científico es su falta de prejuicios. La IA busca hechos y no se siente atraída por un resultado sobre otro. Los expertos, incluso los más cartesianos, se guían en parte por sus sentimientos y deseos.

IA: una herramienta de esperanza

En meteorología, la IA ha logrado producir varios modelos diferentes de vida. Le permiten comprender mejor cómo combatir eficazmente el calentamiento global. Con simulaciones a escala planetaria, es capaz de probar diferentes escenarios para evaluar las mejores posibilidades para la especie humana.

Tantas posibilidades que, sin embargo, no están exentas de peligro. Los científicos recuerdan que la IA es simplemente una herramienta. También tiene fallas, a veces invisibles, y los datos producidos siempre deben ser objeto de un análisis en profundidad. La inteligencia artificial nos permite acelerar el ritmo de nuestros descubrimientos, pero no hacerlos por nosotros.

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